En el marco del Día del Médico, celebrado cada 3 de diciembre, compartimos un texto especialmente escrito para esta fecha por el Profesor Dr. Adolfo Uribe Echevarría, quien nos brinda a continuación una reflexión histórica y humanista sobre el sentido profundo de la profesión médica:
La fecha del 3 de diciembre fue elegida como DÍA del MÉDICO, en homenaje al natalicio del Dr. Carlos Juan Finlay Barrés (nacido el 3 de diciembre de 1833), ilustre médico y científico cubano.
¿Quién lo propuso?
La propuesta fue impulsada por el profesor Remo Bergoglio prestigioso infectólogo cordobés, representando a la Federación Médica Argentina ante el Congreso Panamericano celebrado en Dallas, Texas, en 1953.
¿Por qué Finlay?
Porque fue el primero en postular y demostrar que el mosquito Aedes aegypti era el vector transmisor de la fiebre amarilla. Este descubrimiento permitió desarrollar estrategias de prevención y control de la enfermedad que salvaron innumerables vidas en el continente.
El 3 de diciembre es un homenaje de toda la sociedad al Médico, poniendo en presente su “profesionalidad”: ciencia, experiencia, técnica y su “vocación”, condición interior de un hacer y un dar a los demás compasiva y solidaria.
Estos valores están ordenados desde la antigüedad como lo hizo Hipócrates (470 años A.C.) en la Escuela de COS , con sus principios éticos que rigen y tienen vigencia en nuestros días.
Se trata de un reconocimiento desde la gratitud, como lo dijo Sócrates (430 A.C.) a su discípulo, antes de morir por la cicuta: “Critón, le debemos un gallo a Asclepio; págaselo y no lo descuides”, rindiendo un homenaje agradecido al dios de la Medicina.
El médico es un científico pero también es un humanista, desde su conocimiento , experiencia e intuición, se pone al servicio de sus semejantes , buscando la Verdad y el Bien a través de la observación , la percepción y las evidencias.
Autor: PROFESOR Dr. Adolfo Uribe Echevarría